La práctica regular de ejercicio físico conlleva innumerable beneficios, pero de acuerdo a la actividad que entrenes podrás sacar provecho en una dirección más que en otra.
La obesidad, se define como la presencia de una cantidad excesiva de grasa
corporal, lo que significa riesgo para la salud. Es el producto de un balance
calórico positivo, ya sea por medio de un elevado aporte energético
o por una reducción del gasto de energía. Varias líneas
de investigación han descartado a la sobrealimentación como
un hecho constante en los obesos, considerando a la obesidad como una entidad
heterogénea, compleja y multifactorial.
Los ejercicios de fuerza, en forma básica, aumentan la fuerza muscular, dándole al músculo tono de base y un mayor volumen.
El músculo actúa como un muelle o amortiguador del peso del cuerpo, por
lo que protege a los tendones, ligamentos y al sistema óseo de movimientos que
sobrecarguen a las articulaciones.
Un buen desarrollo de la fuerza te permite desarrollar actividades deportivas o físicas con menor esfuerzo y mayor facilidad.
Un buen desarrollo de la fuerza te permite desarrollar actividades deportivas o físicas con menor esfuerzo y mayor facilidad.
Los
ejercicios aeróbicos, influyen sobre toda la parte interna del
cuerpo, lo que no se ve, como el sistema circulatorio y cardiorespiratorio.
Contribuyen a la salud de arterias y del corazón
La actividad aeróbica desarrolla la resistencia, por
lo que te verás más capacitado en realizar actividades de larga duración, sin
que te afecte significativamente la fatiga.
Los deportes, si bien estimulan toda la parte orgánico-funcional y
muscular, tienen el inconveniente de no ser tan efectivos en cuanto a la
cantidad que se necesita para desarrollar o mejorar algo específico. Por eso
los deportistas entrenan, y no sólo juegan.
La ventaja del deporte es que estimula el pensamiento táctico, por lo que desarrolla el cerebro y además contribuye a la socialización, algo muy positivo para aquellos que sufren de depresión.
La ventaja del deporte es que estimula el pensamiento táctico, por lo que desarrolla el cerebro y además contribuye a la socialización, algo muy positivo para aquellos que sufren de depresión.